¿Por qué tomar clases de canto cuando podemos tararear sin que nadie nos diga como hacerlo?
Hola amigos vocalistas!
Referente a la pregunta anterior:
Tienes toda la razón, pero antes de comenzar a hablar de ejemplos concretos, quiero que pienses por un momento en lo siguiente:
Es fácil escuchar a un gran cantante y quedarnos con la boca abierta pensando: ‘Wauu.., qué talento o don natural le ha dado la vida, cómo canta casi sin esforzarse’
Mientras hay una gran cuota de talento en lo que vemos o escuchamos, no dudes por un segundo que más de la mitad del éxito de un artista yace en su entrenamiento.
Entre los cientos y miles de artistas que entrenan o entrenaron sus voces se pueden nombrar: Avril Lavigne, Stevie Wonder, Lada Gaga, Michael Jackson, Taylor Swift, Keith Urban, Ricky Martin y un etcétera interminable.
Mariah Carey fue entrenada por su madre que era cantante de opera.
Whitney Houston pasó interminables horas cantando con su madre quien era cantante de Gospel y backing vocals de Aretha Franklin.
Otros como Bruno Mars y Celine Dion también crecieron rodeados de músicos en sus familias aún así hoy siguen entrenando sus voces.
Fíjate que ninguno de estos casos que te menciono es ‘el tío de mi vecina’, esta gente fue y es la crema y nata de la industria musical.
Es cierto que algunas personas muestran facilidad para cantar desde más temprano, pero esto tiene que ver con la parte cultural y psicológica mas que con una verdadera superioridad física para producir resultados.
Por otro lado, decirle a cualquiera de estos cantantes que he mencionado:
‘oh, la tuviste fácil Celine Dion porque naciste con la voz..’
…sería un insulto para ella por todas las interminables horas de entrenamiento que ha puesto en su voz.
Encontrando el potencial de tu voz!
A menudo escucho gente con voces bastante agradables al hablar. Algunas de ellas me dicen:
‘pero cantando soy un desastre’, o ‘ya quisiera yo que mi voz, que no es nada fea pudiera usarla para cantar bien’
En realidad es una ironía para muchos.
Pongamos un ejemplo:
Sabes que posees notas graves porque es la voz con que hablas y también sabes que posees las altas porque tienes otra voz más femenina.
Pero cuando cantas e intentas conectar esos dos tipos de voces en una palabra o frase ligada la voz se te parte como un galleta o panderito de huevo.
Es lo que se conoce vulgarmente como el gallo de la voz.
Tremendo lío ¿no? imagínate la frustración: creer que tienes tres o cuatro octavas pero no puedes cantar sin que se te parta la voz entre uno y otro registro. ( ver imagen inferior )
La pregunta entonces es: tienes que sacrificar uno de tus registros para concentrarte en el otro ya que están desconectados?
Idealmente la respuesta podría ser un sí. En el mundo real la respuesta es un no.
Me explico:
La música está escrita para cantantes entrenados, no para los que cantan en cinco notas. Salvo que seas cantautor y escribas para tus cinco notas, obvio.
Esta es una voz entrenada:
La trampa de no entrenar la voz.
Aquí voy a hablar de mí, el mejor caso que conozco.
Cantar para mí no fue cosa fácil. Mis padres no se opusieron ni lo criticaron pero tampoco lo aplaudieron particularmente.
Sin embargo comencé a cantar desde muy niño pues me gustaba muchísimo hacerlo.
A la edad de 17 años mi voz poco entrenada estaba milagrosamente conectada en sus tres registros aunque con un registro medio no muy fuerte y otra serie de inconsistencias..
…lo cual no estaba ‘taaan’ mal pero entonces sucedió algo interesante:
Comencé a interesarme mas y mas por tomarme la música en serio y por escuchar e idealizar artistas del genero en el cual yo quería desenvolverme.
Ahí fue cuando todo comenzó a irse de picada y caí en un purgatorio en el que permanecí durante mas de una década!!!!.
Ese mix o mezcla suave entre graves y agudos medianamente aceptable que conectaba mi registros desapareció en la nada.
Ustedes se preguntaran, ‘cómo puede ser posible?’
La respuesta es lo que yo llamo: emular sin entrenamiento vocal.
O como diría un buen amigo mío: “meterse a yerbatero sin conocer la hierba”
Esto fue lo que sucedió: (toma nota porque le puede pasar a cualquiera)
Estilizar sucede de las cuerdas vocales ( laringe ) hacia arriba.
En otras palabras estilizar es la decoración del postre.
Dicho esto, o en otras palabras, primero se DEBE aprender a coordinar la laringe y el sistema nervioso condicionándolo a hacer lo que queremos y LUEGO DE ESO es cuando se puede estilizar.
Es por eso que ustedes nunca van a escuchar a un cantante vocalizar ( entrenar con escalas ) tal cual como suena en sus grabaciones profesionales.
El entrenamiento vocal viene primero, después viene el estilo.
Yo, en mi absoluta inocencia, comencé a imitar a uno y otro de estos artistas a los que les dedicaba horas de escucha sin saber lo que estos hacían con sus voces y mucho menos lo que yo estaba haciendo con la mía.
En otras palabras intentando sonar como ellos sin reconocer que:
-
- Anatómicamente toda persona es diferente.
- Ellos primero entrenaron antes de poner una identidad estilística en sus voces.
Todo lo anterior me generó: espasmos, afonía, dolor, perdida de una octava y media de rango y el quiebre de la voz siempre presente en la misma parte del primer passaggio.
Ese amigas y amigos vocalistas fue el precio que tuve que pagar por ( como cantante no natural ) no haber tomado clases desde el principio con un coach calificado.
Dicho esto, entrenar tu voz te otorga la técnica para desarrollar estilo propio e incluir elementos de otros cantantes sin abusar y sin sacrificar la salud de tu voz.
Beneficios adicionales del entrenamiento vocal.
Flexibilidad.
Piensa en la capacidad asombrosa de gente como Michael Jackson (QEPD) entre muchos otros que pueden convertir su cuerpo en una maquina de baile mientras cantan en perfecta afinación y sonando bien!
Todo lo anterior haciéndolo parecer como algo fácil y relajado.
Tal poder lo otorga la técnica vocal puesto que al cantar con la misma relajación con que se habla equiparamos ambas actividades en el mismo nivel de esfuerzo.
La única diferencia es que cantar requiere control de una serie de elementos y es ahí donde el entrenamiento entra en juego.
Autenticidad al cantar.
Encontrar el sonido más saludable y relajado de tu voz es el comienzo de poner el sello de tu voz en la música.
El entrenamiento te da una voz sana y capaz de dibujar sonidos de forma auténtica sin riesgo alguno de lastimarte.
Confianza.
Algunas veces me han dicho: ‘tu cantas bien porque tienes mucha confianza en ti mismo’
En efecto, si ya posees la confianza en ti mismo(a), lo que van a percibir otros de ti es un “sonido seguro”.
Pero un sonido seguro no implica que sea el sonido correcto ni el más saludable.
Pero imagina que no tienes ni confianza ni técnica vocal.
Ese si es un problema, porque ¿Cómo se supone que se puede tener confianza al cantar si cuando se canta se “es un desastre”?
La confianza no te otorga técnica, pero la técnica si te otorga confianza.
Entrenar tu voz te va a dar confianza no porque te lo dijo tu profesor, sino porque SABES que has adquirido control sobre tu voz en todos sus terrenos.
Nota final: El dominio de cualquier arte está en la práctica consistente.
Sea con clases de canto presenciales o incluso si tu presupuesto no da para tanto con videos online de personas competentes, la maestría de la voz es un camino de toda la vida.
Hasta donde quieras llevar tu potencial es tu decisión y depende mas que nada de cuanto tiempo y esfuerzo quieras emplear en ello.
Sabiamente decía un maestro oriental: “la gota cava la piedra”.
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